lunes, 28 de febrero de 2011

Madres y Padres... con SEXUALIDAD

“Qué sería de Thelma y Louise si no se hubieran despeñado por un barranco? Quizás dos décadas más tarde vivirían en California bajo una nueva identidad: la seria doctora Nic y la hippy Jules, pareja estable y madres de un par de adolescentes concebidos mediante inseminación artificial con el esperma de un donante anónimo. Quizá serían ahora las protagonistas de Los chicos están bien…”

Así comienza el artículo de Rocío Ayuso en el País Semana del domingo 27 de febrero. Lo cierto es que sin saber más de la ficción, sí sabemos de la realidad, cuantas mujeres por opción personal y vital, ha decidido conformar una familia, ha contraído matrimonio, o no, para disgusto en muchos casos de la visión más conservadora de esta España pseudos-laica en la que nos encontramos, donde un gobierno apoya y legisla sobre los matrimonios homosexuales, mientras que mantiene un concordato con la Santa Sede, a la par que soporta las más brutales críticas sobre la opción de reconocer una realidad social.
Lo cierto es que a día de hoy, el asunto se enfrió bastante, aunque si rascas un poco en la epidermis social aflorarán erupciones volcánicas de lo más homófonas e intolerantes desde los sectores ultra-conservadores de la iglesia católica, apostólica y romana. Entre las críticas más dolorosas, se han podido oír barbaridades del calibre; de que los hijos de éstos matrimonios (tanto los naturales, como los concebidos artificialmente o los adoptados) serán educados en esta tendencia, y posiblemente se contagien de esa “enfermedad”.
Desde la Educación Familiar está demostrado que la mayor influencia educativa es el grupo de iguales en relación a la adquisición de conductas, y la tendencia sexual no es un conducta aprendida.
Si es cierto que la Educación Familiar centrará su foco sobre los problemas de conductas, los problemas relacionales, la imposición de normas y hábitos, etc. Se lee en el artículo que Nic y Jules son madres de dos adolescentes. Pues posiblemente y sin ver la serie tendrán los problemas normales de los adolescentes, sus conflictos, sus problemas de aceptación y sobre todo ese inconformismo intrínseco.
Los niños y las niñas, son más inteligentes y tienen menos carga moral “extraña” y a diferencia de los adultos, tolera más y mejor las diferencias (¡Gracias a Dios!).

Desde esta posición, sólo entiendo que las conductas humanas, las relaciones sociales, los encuentros y desencuentros, las empatías y las antipatías, los celos, las aceptaciones, los conflictos y toda la maraña de habilidades humanas y sociales, son más fáciles de lo que los ojos de la iglesia lo quiere ver. Y si se les complica la vida es para encontrar al desenmarañador que lo desenmarañe (bueno, que ellos creen que lo hace, después todo se soluciona por su inercia natural), que no es otro que Dios, cuando tendría que ocuparse de cosas más serias.
Por último, tengo que decir que sería importante ver la película y comentarla, lo único que pretendía era aprovechar el tema para comentar lo que he comentado...

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