viernes, 25 de febrero de 2011

El chupete de mi niña

El chupete es un objeto venerado por muchos y denostado por otros, lo cierto es que si lees, escuchas y percibes la información de un sector determinado, adquirirás un deseo o una repulsión hacia dicho objeto.
Desconozco la versión objetiva del instrumento, aunque como elemento artificial compuesto por elementos plásticos los del soporte y de caucho puro lo que el bebé chupa, es algo muy simple. Por otra parte, como he dicho antes, la visión subjetiva depende del sector que interpretemos, ya sean los pro-chupete o los anti-chupete.
Desde mi experiencia como padre, sólo tengo que decir para mitificar o desmitificar una versión u otra, que no existen teorías, no valen las experiencias de los demás, sólo existen bebés distintos, unos lo desean (si se le ofrece), otros del mismo modo lo detestan y no lo aceptan. En nuestro caso, nuestra hija no lo vio, ni a distancia durante casi un mes, ya que nuestra visión o nuestro deseo era NO CHUPETE, pero…, en un momento dado, en el que no fuimos capaces de dirigir o reconducir el llanto (desesperación) entre toma y toma del pecho de mamá, y mira que lo intentamos, pero la pequeña quería “teta”, no había manera de consolarla, ni brazos, ni canciones, ni movimiento pendular, NADA.
En un momento dado, cuando la idea recurrente del chupete, surgió, la voz de la conciencia y la de la madre era NO, NO, NO Y NO. Pero insistimos, el espíritu del chupete y el del padre.
Convencida la madre y convencido el convencido, baja raudo la escalera y prepara el chupete, pues como no estaba previsto, el chupe tiene que ser esterilizado, ya que por lo que se ve el propio fabricante no confía de sus sistemas de seguridad…, aunque esto sería un tema aparte y de otro blog. Pues ahí estaba yo esterilizando durante cinco minutos en agua hirviendo el objeto denostado en el pasado y deseado como milagro tranquilizador de mi hija…, pues, no lo había dicho eran más de 1:00 de la mañana.
El instante de acercar el chupete a la boca de nuestra hija, ésta que llora, lo toma, no lo toma, lo coge, no lo coge, lo chupa, no lo chupa… LO CHUPA, SE CALMA, PARECE QUE FUNCIONA, SE DUERME TRANQUILA…

Bueno, después de haber leído sobre el chupete sí, el chupete no, estar vinculado con teorías de la crianza natural, deseábamos que nuestra hija no fuese una niña más condicionada mediante un objeto de plástico y caucho, no queríamos chupete e incluso nos posicionábamos como fundamentalistas de ese modo de criar a nuestra hija.
Pero lo cierto es que la realidad, te despierta de las teorías y no puede criar y educar a tu hija como dicen las teorías, en primer lugar porque las teorías no conocieron y no conocen a tu hija, la conoces tú, nadie más. Y segundo porque las teorías a veces pueden fallar y no ser lo que tú esperas que se adapte a tus circunstancias.
Cierto es que necesitas una base del conocimiento, tal vez necesitas la técnica de la crianza, tanto natural, tradicional, o la que se quiera encontrar…, pero el día te describe tu realidad como es, con cosas adecuadas y con cosas impropias, con errores conocidos y aciertos sorprendentes.
Tal vez no existan recetas, tal vez la receta la descubres tú, y aunque la compartas con los demás, éstos deberán probar las suyas y saber cual es su punto de sal.
Para terminar, sólo desear suerte a los padres y madres primerizos, inexpertos y deseosos de aprender. La vida te regala algo maravilloso y sobre todo te presta la oportunidad de hacer lo más adecuado, por eso lo verdaderamente cierto es que en circunstancias determinadas debemos oír nuestras emociones, éstas serán tu guía.

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