martes, 17 de diciembre de 2013

Maltrato institucional I



En una conversación de padres, se podía oír lo siguiente;
_En la clase de mi hijo hay un chico que va al colegio sin libros, apenas aprovecha las clases, pues está casi todo el tiempo molestando e incordiando al profesor y al resto de compañeros.
_Ya se de quien hablas, respondió el interlocutor, ese niño es un desastre. No se para que va al colegio, pues no lo aprovecha, debería estar con los padres buscando chatarra.
_Mi hijo me cuenta, que en matemáticas se pasa la hora dibujando garabatos en la mesa. Los maestros lo tienen ya como un caso perdido.
_Es una pena que la Administración destine recursos muy valiosos para un alumno que es un desecho de la sociedad.
_Claro, es lo que yo pienso, todo ese esfuerzo, de maestros y maestras…, ese espacio y esos recursos lo podrían aprovechar otros. Y además, seguro que va a clases de apoyo a perder el tiempo; ya sabes: pintar, recortar, hacer construcciones, etc…
_Mi hijo, cuenta que hay días que el maestro pasa las horas regañándole, interrumpiendo la clase para ponerle amonestaciones. Creo que está provocando un retraso al grupo, y eso me preocupa.
_Claro que sí, eso es un grave problema, deberían expulsarle del colegio.
_Pero expulsarle para que se marche a su casa y que continúe con la tradición de los padres, que seguro son unos analfabetos, que lo único que hacen es malvivir de la chatarra y de rebuscar en la basura.
_Sí, eso, que se marche. Yo te propongo que hablemos con la directora, para pedirle que se expulse a ese alumno del colegio, no debemos permitir que esté junto a nuestros hijos, y les provoque retraso y contamine su desarrollo escolar.

Meses más tarde se supo, que tras la reunión de estos padres con la directora, el consejo escolar, en reunión urgente dictaminó que para el curso siguiente se trasladaría el expediente a otro centro educativo. Que, según se argumentó muy concienzudamente, era un centro con recursos más adecuados a las características del alumno, así como a sus Necesidades Específicas de Apoyo Educativo.
Llegó el mes de septiembre y el centro de origen había dado traslado del expediente (ya no son alumnos, son expedientes…, que quede claro que algo tan impersonal duele menos a la sensibilidad de padres y madres). Pero, oh sorpresa, en el centro de destino no tenían constancia por escrito de dicho traslado.
Tras largos trámites, de llamadas, recursos a través de anexo 9, 10, 11, etc., conversaciones tensas, algunas palabras que se enquistaban, etc. Llegó la Navidad y este alumno, había pasado el primer trimestre realizando las actividades que los dos padres había “preconizado/indicado”…, buscar chatarra, deambular por el pueblo, indagar donde poder entretenerse, o buscándose la vida. Nadie sabía nada, una (directora “origen”) el alumno ya no es nuestro, trasladamos el expediente…, otro (director “destino”) aun no nos han comunicado nada aun.
Y el resto de los implicados hablando del tiempo;
_Parece que va a llover.
_Pues el Tiempo decía anoche que lloverá mañana.
_Ojalá que llueva, que falta hace.

Nota del autor: Todo lo que se relata en esta entrada, tiene una semejanza ficticia con la realidad, es como el documento que esperaba el director de destino. Y si esto fuese verdad, yo sentiría vergüenza como ciudadano, padre, educador y pedagogo… La hipocresía educativa-institucional nos entierra en las miserias, y no nos damos cuenta que con mirar para otro lado no podremos hacer desaparecer el problema.

martes, 10 de diciembre de 2013

La educación; carácter comercial del producto

Interesante artículo el que escribe Pablo Gentili, Artículo mediante el que nos describe algunos de los entresijos del último informe PISA...., algunas verdades y muchas mentiras las que nos quieren hacer creer los que mandan en la OCDE, a través de un informe que establece un ranking más bien comercial sobre los sistemas educativos nacionales...

Ya hace tiempo que yo me caí del burro, cuando leyendo estudios concienzudos sobre PISA y los mitos que lo envuelven vi que había más mentira adornada de forma interesada, tanto por; periodístas especializados (que de especializados no tenían nada), pedagógos comprados y convertidos en demagogos, economistas, filósofos, psicólogos... Gente que se subía al carro de todos los adornos de dicho Informe. Pero más aun, se me partía la cara al ver que Estados "mayores de edad", invertían fortunas en manipular la información y en tratar de revertir los resultados que vomitaba la Organización del Comercio y el "Desarrollo...
Pero no es necesario que yo lleve la razón, ni tenga una porción de la misma, tan sólo invito a las personas que se interesen por este último Informe PISA 2012, que lean el artículo de Gentili (Personalidad educativa que tiene mucho que decir en la temática), y por supuesto más autoridad pedagógica que yo mismo (sin lugar a dudas).

miércoles, 20 de noviembre de 2013

L@s niñ@s...felicidad y futuro



Quizás sea más fácil ponerse en lugar de un niño cuando miramos desde los ojos de un padre o una madre, pero tal vez sea paradójico que sean los padres y las madres, en más ocasiones de las deseadas, los que tratan mal a esas niñas y niños.
Hoy que todos los ojos, sean padres, madres, o no…, está puestos en la infancia, celebrando su día internacional, tal vez sea necesario que reflexionemos sobre varias cosas; la primera por la que desearía que pensásemos, es si somos lo suficientemente justos con nuestras hijas e hijos, si les respetamos en sus decisiones, en lo que ellos y ellas son felices, si les ayudamos a encontrar la felicidad. Dijo alguien una vez, que la felicidad no es un estado, sino un proceso de búsqueda. Ayudemos a nuestras hijas e hijos a buscarla y tal vez la encuentren, pero no le limitemos, no proyectemos continuamente la negatividad: (no se toca, no se hace, no se dice, no, no, no….). Siempre el mensaje ha de ser positivo, si queremos que no se queme con la olla con la que estamos cocinando, no le digamos (NO te acerques a la olla, cuando éste tiene curiosidad por saber lo que se está “cociendo”¡¡¡), tal vez lo más positivo sería decirle (mejor te ayudo yo para auparte y te enseño lo que está haciendo papá o mamá, ves estamos cociendo la verdura, pero el agua está muy caliente y te puedes quemar. Otro día me ayudas, ahora puedes sentarte en la silla y lees el libro de las recetas, o haz un dibujo de las verduras que hemos cocinado).
También entiendo, como padre (a veces desquiciado), que con las prisas lo más rápido y fácil es gritarle un NO te acerques a la olla, cuando tu hija quiere saber porque sale humo de ese recipiente… Las prisas nos desquician, nos impacientan y nos hacen perder los nervios, con lo cual les transmitimos “nervio”, “impaciencia”, “negatividad” y “agresividad”, y en este caso rechazo a la cocina…., porque allí todo está prohibido (cuchillos, agua hirviendo, aceite caliente, etc.)
La segunda idea por la que reflexiono en el día de hoy es el buen trato, que les dispensamos a los niños y niñas, tanto como padres, madres o cualquier otro rol profesional o social, sobre todo pensando en el futuro. En muchas ocasiones, escuchamos la frase o la pregunta-frase ¿qué mundo le vamos a dejar a nuestros hijos?, cierto es que cuando actuamos en el presente, deseamos y pensamos en el ya y ahora, no hacemos las cosas guardando para el futuro, no pensamos en proteger a nuestra descendencia el día de mañana, pero tal vez porque no entendemos que el mundo va más allá de nuestra casa, familia e hijos directamente. Pero el desarrollo de la vida humana, así como la correlación del ser humano en la naturaleza se ha sustentado en un equilibrio natural, pero eso ya hemos visto que no es suficiente, el ser humano está haciendo tanto para romper ese equilibrio, que la naturaleza está cada día gritando más y más, el Planeta no es ilimitado, los recursos  no son ilimitados, la protección no es eterna y capaz de soportar tantas agresiones gratuitas.
Desde mi punto de vista, la generación de mis padres y abuelos han tenido unas vidas sanas, aunque salpicada de incidentes sociales y económicos coyunturales, si bien es cierto que desde un punto de vista ecológico y medioambiental, han tenido y estamos teniendo suerte. Ahora bien, dudo que los hijos de nuestros hijos nazcan en un planeta sano como el que ahora conocemos.

jueves, 24 de octubre de 2013

Gracias maestra, gracias maestro...



Depositar nuestra confianza como padres en una institución educativa es un acto aparentemente sencillo, pero guarda un íntimo sentimiento de confianza, del que tal vez no seamos conscientes. Si nos detenemos un instante en la reflexión sobre nuestra actuación parental para con nuestras hijas e hijos, podemos darnos cuenta que somos eminentemente sus protectores, ya que como seres desvalidos hasta bien entrada la primera infancia, son completamente dependientes, para todo.
La familia, compuesta por todos sus miembros, padres, hermanos, hermanas, abuelos, tíos, etc., nos convertimos en un simbólico útero, que protege a esa nueva vida, que le ampara, envolviéndole con cuidados y atenciones infinitas.
La familia que prevalecía no hace mucho, donde las madres de un modo mayoritario, aun no se había incorporado al mercado laboral, junto a abuelas y abuelos en muchos casos, cuidaban de los niños y niñas hasta bien entrados los 6 años, edad en la que nos incorporábamos (y hablo en primera persona del plural, pues entre ellos me encontré a finales de los años 70) a la escuela pública, donde pasábamos a ser formados y educados por maestras y maestros, quienes, con vocación de servicio y atención a los menores, se entregaban a una labor muy respetada y valorada por la ciudadanía, especialmente padres y madres, que sabían que cuidarían de sus hijas e hijos, además de formarles. Era una época en la que la maestra y el maestro eran aun “una institución personal”.
La sociedad y el desarrollo económico nos ha transportado a una época en la que papá y mamá tienen que buscar un sustento económico para pagar tantas facturas, como días tiene el mes, mientras que la adquisición de derechos parentales no ha estado a la altura de ese desarrollo.
A lo largo de la historia, el trabajo de la mujer se ha regulado, curiosamente, unido al trabajo de los menores, y se ha basado en razones de carácter fisiológico relacionadas con el embarazo, el parto y la relación con los primeros meses de la vida del hijo o hija, así como en razones morales. Será la Ley de 13 de marzo de 1900, la primera en regular el permiso a la mujer trabajadora para amamantar a sus hijos o hijas. En su artículo 9, se recogía lo siguiente; “No se permitirá el trabajo a las mujeres durante las tres semanas posteriores al alumbramiento. Cuando se solicite por causa de próximo alumbramiento por una obrera el ceso, se le reservará el puesto desde que lo haya solicitado y tres semanas después de dicho alumbramiento. Las mujeres que tengan hijos en el periodo de la lactancia tendrán una hora al día, dentro de las del trabajo, para dar el pecho a sus hijos. Esta hora se dividirá en dos periodos de treinta minutos, aprovechables, uno en el trabajo de la mañana, y otro, en el de la tarde…”
Posteriormente, mediante un ordenamiento se iría ampliando el periodo de descanso posterior al alumbramiento, hasta llegar a nuestros días con las “pírricas” 16 semanas, mientras que otros países de nuestro entorno contemplan un permiso mayor.
Bien, visto este panorama, madres y padres se sienten en la obligación de dejar durante su jornada laboral a sus hijos al cuidado de instituciones tales como “guarderías, ludotecas, escuelas infantiles, etc.”. Tal vez la necesidad nos empuja a hacerlo sin plantearnos, que calidad humana puede llegar a tener las personas que quedan al cuidado de nuestras hijas e hijos.
Yo, sinceramente lo percibí desde el primer día, cuando llevamos a nuestra primera hija a la GUARDERÍA. Y la pongo en mayúscula, pues creo que es una de las instituciones sociales (privadas o públicas), más importantes que nuestra sociedad puede tener, junto con la institución sanitaria.
Quisiera aclarar una cosa importante, existe mucha controversia con el nombre GUARDERÍA, pues ciertamente no llevamos a nuestras hijas e hijos a este espacio para que lo guarden, aunque etimológicamente guardar es proteger y preservar. En cierto modo lo que esperamos de las GUARDERÍAS, al igual que de los Centros Educativos (colegios, institutos, residencias, etc.), es que protejan, formen, eduquen y quieran a nuestros descendientes como lo haríamos nosotros mismos.

En el día de hoy, en el que la comunidad educativa está en jornada de huelga, protestando frente a una Ley de educación, impuesta desde el inmovilismo, el sectarismo y el totalitarismo de un Ministro de Educación, que no pasará a la historia “afortunadamente”, y aun menos su Secretaria de Estado, quien “valora muy positivamente la estabilidad laboral de maestras y maestros” (con ironía). Es insultante que una Secretaria de Estado simplifique una acción de protesta generalizado de todos los sectores educativos de nuestro País, mediante el intento de enfrentar a “familias pobres” contra “maestros egoístas e insolidarios, que tienen trabajo fijo” Ref.( http://www.lavozdegalicia.es/noticia/sociedad/2013/10/22/educacion-afirma-profesores-van-huelga-empleo-asegurado/00031382450974162569845.htm ), como si tener trabajo fijo fuese una “posesión de lujo”. Cuando el profesorado está en lucha para tratar de proteger un sistema de educación público, que cohesiones la sociedad y trate de minimizar las diferencias sociales, que un Gobierno de extrema-insensibilidad quiere acrecentar cada vez más.
Y por todo lo dicho, quisiera dar las gracias y sobre todo rendir homenaje a las personas que han dado y dan forma a la EDUCACIÓN, las cuales están en un terreno especial, entre lo público y lo privado, entre la sociedad y la familia, para tratar de dar continuidad a las cosas que pasan en el mundo.

jueves, 3 de octubre de 2013

Educación animal



No, no penséis que trato de explicar algún tipo de "burrada" o técnica educativa desfasada en el tiempo, mi preocupación estriba en estos momentos en ese sentimiento más o menos reciente que nuestra sociedad está mostrando hacia los animales de compañía (llámense; perros, gatos, serpientes, arácnidos, roedores, etc.), aunque sin profundizar demasiado en el tema, me quedo con gatos y perros. Sé que la moda no es nueva, es@s hij@s que empujan a sus padres/madres a adquirir el gatito, tan “tiernito” y cariñoso cuando tiene un mes, que más tarde le sale el instinto animal y un arañazo puede hacerte perder el ojo, por lo que el “pobre” ANIMAL, tiene que ser expulsado de la casa (sin nominación precisa).
También están los perritos, que cuando crecen tienen que cagar en los lugares más insospechados y como sus dueñ@s son más ANIMALES , que ellos mismos, no tienen la decencia, ni la educación de doblar la cerviz para retirar del espacio “público-común” los excrementos del perrito, precisamente lugares donde juegan nuestros hijos e hijas.
Y es curioso ver como los animales (irracionales) hacen sus necesidades, sin conciencia de sus ANIMALES dueños, frente a ti y tus hij@s, mientras que tratas de que tu hij@ tire el envoltorio del caramelo en la papelera… ¡Papá!, ¿porqué tengo que tirar el papel a la papelera, mientras que ese ANIMAL, no recoge la caca del perro?... Respuesta: [……]
Yo aplaudo a tod@s l@s que desean focalizar su cariño y su “amistad” sobre un animal, que nos da compañía, nos ayuda a protegernos, etc., pero cuidar de un animal (gato, perro, serpiente, etc.) supone responsabilidad, esa maravillosa palabra, que much@s tardan tanto tiempo en entender y, aun más en usar. Al igual que debo ser responsable en el cuidado de las personas, deberíamos ser responsables en la atención de nuestros animales, pues yo hablo de lo que veo de puertas a la calle, pues de puertas adentro existen barbaridades de las que no voy a hablar aquí. No obstante tener un animal, no es tener un objeto al que deseo y después de dicha pasión, arrojo a la calle para que se busque la vida y llene de excrementos calles, plazas y parques…, además de los consiguientes peligros que eso supone a las personas que deambulan por esos espacios.
También podríamos hablar de ese perro, que ladra en el momento que “pasa un mosca”, pase a las tres de la tarde o a las cuatro de la mañana. Y es que “bendita” sea la gracia de despertarte, bien de la siesta o bien de un sueño oyendo ese agradable sonido que Dios le dio a los perros y que sólo oyen los vecinos que no tenemos perros, y que por algún misterio de la naturaleza no oyen los “perro-amantes”.
Y por último, no quisiera hablar de los que, “amantes” de sus animales, desean compartir su amor y sus mascotas con sus bebés y bebitas, y ahí hacen una mezcla extraña de amor y pasión tanto por sus hij@s, como por sus perritos, gatitos, etc., a partes iguales. Extraña forma de sentir cariño. Creo que hemos perdido un poco la perspectiva, así como la separación entre el mundo animal y el mundo vegetal, pues hay por ahí demasiados “lechuguin@s”.
Si es cierto que esta entrada, no gustará a tod@s, pero no trato de agradar, tan sólo me gustaría concienciar a las personas que leen esto y que tienen animales de compañía, que les agrada a ellos, pero que molestan sin “querer”, a las personas que no eligen la compañía de animales…, respeten y responsabilícense.

viernes, 15 de marzo de 2013

La importancia de la equidad en la educación



Si en las noticias y en el “ideario” político sólo salta a la vista los bajos resultados obtenidos, año tras año, por nuestro alumnado en los diferentes informes realizados por la OCDE, bien conocidos como Informe PISA. Tal vez sea hora de reconocer que uno de los indicadores que nos sitúan entre los primeros del mundo y que tal vez no interese o no llena titulares en las secciones de sociedad, son los resultados en el ámbito de la  EQUIDAD. Algo que ahora parece insustancial y falto de importancia, pero que a tenor de lo que está pasando en estos últimos años, con decisiones políticas tan controvertidas referente a los derechos de acceso a la educación, tanto a través de la Educación Pública y Gratuita, como en lo referente a los medios materiales y personales para atender tal escolarización.
Está muy claro que, lo que persiguen países (emergentes) como Turkía, Sudáfrica, Indonesia, Brasil, etc., es la igualdad en el acceso a la educación, logro que aquí lo hemos conseguido con nota, pero ahora nos estamos empeñando en desmantelarlo, a base de RECORTE, DECRETAZOS Y MEDIDAS DE “SUICIDA AUSTERIDAD”.
Lo que otros pretende, nosotros lo tiramos; lo que otros anhelan, nosotros lo detestamos, lo que otros desean, nosotros no miramos; lo que otros buscan, nosotros lo destrozamos. Y ahora las voces “autorizadas” hablan de calidad, pero una calidad que crecerá a costa de la EQUIDAD, es una “mala-calidad”, una calidad huérfana de humanidad y de solidaridad.
 Imagen tomada prestada de elespectador.com
                       
Marco Fidel Vargas, investigador del CINEP (Centro de Investigación en Educación Popular) dice que, pese al buen panorama, “en Colombia el desarrollo es diferenciado. No hay las mismas condiciones educativas en Bogotá que en Chocó”, y agrega que “el Estado tiene que empezar a reconocer esa inequidad diferencial para darle mayores oportunidades a las regiones, sobre todo cuando los niños están iniciando su ciclo educativo, porque es cuando se forman sus bases, y cuando están terminando el colegio, ya que ahí se define su futuro”.
Ejemplos como el de Colombia nos debería de servir para no tropezar y desmoronarnos definitivamente. Allí luchan por la equidad en el acceso a la educación. Puesto que Colombia está luchando con fuerza y pretende lograrlo, con esfuerzo denodado, aun le queda mucho camino que recorrer, posiblemente el que recorrió España desde los años 70 hasta los 90, dos décadas de esfuerzo, de valiosa inversión, que ahora de una manera gratuita e indolente, quieren destrozar a favor de la Enseñanza Concertada y Privada (enseñanza al alcance de los que puedan pagarla), puesto que de algún modo tienen que pagar el peaje de ese viaje que hicieron desde la Oposición al Gobierno, y hablo de los costes que acarrea el apoyo de ciertos sectores conservadores.

Quisiera seguir destacando el ejemplo de Colombia, que lucha por la equidad en la educación, y lo hace contra una lacra, como es la violencia intrínseca y la visión sin futuro que los jóvenes tienen impresa en sus retinas, sobre todo en los sectores sociales más deprimidos. No obstante es un esfuerzo que los distintos Gobiernos Colombianos, quieren imprimir en el pueblo, para luchar contra la violencia y la pobreza más absoluta, a través de la educación.
Ciertamente la educación vehicula un doble esfuerzo, para una doble satisfacción, por una parte el esfuerzo se desdobla en la inversión que el Estado debe realizar para lograr esas cotas de equidad y calidad en la educación, así como el esfuerzo que la propia sociedad tiene que realizar de una forma intrínseca al sentimiento de superación, donde la voluntad por el cambio radica en la epidermis social del pueblo.
A su vez la doble satisfacción está tanto en los resultados sociales de una educación acertada, que traslade la esperanza por el cambio a esas zonas económicamente deprimidas. Así como la posibilidad de que la educación abra el horizonte de la igualdad, buscando equilibrar los esfuerzo a favor de que todas las niñas y todos los niños caminen junt@s, unid@s y en cooperación por un pueblo mejor.

Por último, me gustaría enviar un mensaje a aquellos pueblos que han depositado sus esperanzas de futuro en proyectos educativos de progreso y de avance en la equidad educativa y social. Las familias agradecerán infinitamente ese esfuerzo, puesto que de la semilla de la educación, nacerán fuertes árboles que sus frutos darán, la prueba la tenemos en multitud de ejemplos, ahora lo único que queda es que dichos árboles sean tan fuertes que impidan la tala indiscriminada y despiadada como la está realizando el Gobierno Conservador que nos toca sufrir aquí en España. Estos Gobiernos sólo buscan el desequilibrio y la estratificación desigual de las clases sociales, tal vez para sentir que los ricos son más ricos, mientras que los pobres son más pobres y al mismo tiempo se les aleja de la educación y formación, para que no tengan la oportunidad ni siquiera de protestar y luchar por algo mejor.