martes, 12 de julio de 2011

El éxtio que se perdió "SOLO"

Pensaba comenzar esta entrada con la expresión … “Es curioso…”, pero considero que el tema en cuestión se está viciando tanto que no es curioso, sino tópico que se vuelva una y otra vez a hablar de lo mismo. LOS RESULTADOS QUE OBTIENE ESPAÑA Y MÁS CONCRETAMENTE ANDALUCÍA EN EL INFORME PISA.
En relación a lo último que leo sobre el tópico de que en Andalucía estamos muy por debajo de la media en resultados académicos del informe PISA, es una entrevista que le realizan en La Opinión de Málaga a Miguel Ángel Santos Guerra (Catedrático de Didáctica de la UMA), para que mejor lo entendamos es el que enseña a los futuros maestros y maestras, a enseñar a los alumnos de primaria.
Y como bien dice Miguel Ángel, la educación no es como las matemáticas, dos y dos nunca es cuatro y por mucho que lo deseemos el éxito nunca dependerá de un factor o varios de una forma reduccionista. Pero también hecho de menos un pequeño atisbo de reflexión autocrítica por parte de la Universidad, más concretamente desde la Facultad de Ciencias de la Educación.
Podremos cambiar los planes de estudios, las Leyes educativas, las gratificaciones a los docentes, darles más prestigio, quitarles vacaciones, apretarles un poco más las tuercas, exigir la colaboración de las familias, etc. etc. etc. Pero lo que está muy claro es que en el éxito escolar está implícita su antítesis EL FRACASO, sin fracaso no hay éxito, sin alumnos que suspendan no podrían existir los alumnos que aprueban.
Ya nos podemos olvidar de la utopía fantástica e idealista de ese mundo maravilloso, donde todas y todos somos guapos y perfectos, listísimos y fantásticos estudiantes. Somos un mundo diverso, una sociedad cargada de la necesaria heterogeneidad que marcará nuestro devenir cultural.
Igual que no todas y todos podemos ser políticos que diriman nuestro destino, así como tampoco todas y todos podemos ser fontaneros y carpinteros, o simplemente maestros y maestras. En la diversidad de profesiones, capacidades, habilidades, caracteres, etc. está el desarrollo de una sociedad como la nuestra.
Pues bien volviendo al tema que nos traía  enredando con anterioridad, la Facultad de Ciencias de la Educación, tiene su parte de responsabilidad, que nunca ha asumido y nunca asumirá, pues los catedráticos y catedráticas están tan lejos de la realidad, que consideran que sus acciones no repercuten en la misma. Y en cierto modo, sus acciones sí repercuten, si tienen su necesario efecto. Por cada alumna y alumno que salimos titulados, tendremos una porción de responsabilidad en la acción docente que se desempeña en el centro/aula real que está ahí en contacto con las ciudadanas y ciudadanos. Y los catedráticos y catedráticas no deben mirar hacia otro lado, son los enseñantes de los enseñantes. Deberían realizar un estudio de sí mismo, al igual que lo hicieron del plan de evaluación de centros de Andalucía, publicado como Nieve y barro (por cierto interesante estudio, que dejó en paños menores a la Administración Educativa).
Para finalizar y siendo necesariamente reduccionista tengo que decir que el sistema educativo de Andalucía está sustentado en varias patas, una pueden ser los maestros, también están los padres, otra necesariamente está el valor intrínseco de la voluntad por el esfuerzo que cada alumno y alumna tiene, no olvidemos la responsabilidad de los medios de comunicación, ahí también han de estar las Facultades Universitarias, la propia Administración Autonómica de Educación. Y como dice el saber popular, entre todos y todas lo mataron y el éxito escolar “solito” se murió.

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