miércoles, 16 de noviembre de 2011

Un adios no significa hasta nunca

En nuestra sociedad, estamos desacostumbrados a hablar de las despedidas, tanto cuando alguien se marcha para siempre, como cuando hace un alto en el camino para cambiar de rumbo. Tenemos miedo a transmitir a los menores y a los no tanto, que hay procesos de cambio y evolución.
Cuando alguien; familiar, amigo o conocido fallece, mostramos nuestro duelo con lágrimas de dolor, de pena, compasión..., a pesar de que los "sacerdotes cristianos, católicos y romanos", que son los que conozco, expresan que la vida eterna y la salvación espera al espíritu del fallecido..., no obstante el desconsuleo y la pena invade el corazón y el alma de muchas personas.
Cuando alguien parte de viaje, o es expulsado de un famoso concurso de la televisión, también se encoje el alma y las lágrimas brotan con energía.

Y cuando, este es mi "tema", alguien es despedido de su trabajo, de una forma injusta a las claras..., Pues sí, a las claras, ya que igual que el proceso selectivo que el Gobierno del PP de Coín es con luz y taquígrafo, también el despido injusto lo ha visto todo el mundo, hasta la que tenía la luz y la que portaba el taquígrafo, que para más gracia compañeras de la misma empresa, tanto la que preguntaba en la entrevista, como la que oí y callaba, igual que al ver la injusticia, vio y calló (a eso le vienen a decir "sin voz ni voto", pero sigo sin entender que hacía a todas luces).
Pues bien, como venía diciendo, también surge el drama de la consolación, de las palabras de ánimo, de lo injusto que ha sido todo, de que tod@s lo veían venir. Estos días sólo se me viene a la mente (debe ser por mi deformación como lector), un libro que no he leído pero que conozco levemente su trama, este es "Crónica de una muerte anunciada" de García Márquez, obra en la que todo el mundo sabe que Santiago va a morir, menos él...., pero lo curioso es que nadie hace nada.
Tal vez en mi caso, es un pelín diferente, pues aun no he muerto y en este impás seguiré tratando de defenderme..., pues algo intuía de mi destino laboral.
No quisiera terminar, sin agradecer a las personas de las que he sentido unas verdaderas palabras de aliento, GRACIAS.

1 comentario:

  1. LAS PUERTAS TIENEN QUE ABRIRSE, PARA DEJARNOS PASAR A OTRO MOMENTO DE NUESTRAS VIDAS, PARA QUE PODAMOS VER CÓMO ES LA PUERTA A AMBOS LADOS ... CON SUS ARISTAS , SUS RECOVECOS, SU PORQUERÍA ACUMULADA... PARA VER QUÉ PERSONAS ESTÁN A AMBOS LADOS Y QUIEN NO ACOMPAÑA, Y NO MERECE LA PENA MANTENER A NUESTRO LADO....
    ÁFRICA TE DA SU FUERZA, ALEGRIA Y CARIÑO....TEQUEREMOSMUCHO....

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