viernes, 4 de noviembre de 2011

La Terapia de la palabra

Dice Salvador Minuchin (eminente Terapeuta Familiar), refiriéndose a las preguntas que el terapeuta utiliza para marcar su intervención con las familias o los miembros de las familias, una frase que podríamos aplicar a cualquier situación vital, donde las personas tratan de comunicarse y hacerse entender, ejercicio éste no siempre fácil. Pués bien dice Minuchin "El que escucha y no el que habla es quien determina el significado de una expresión". Cuando tratamos de explicar algo, ponemos una intencionalidad superlativa, un deseo enorme de hacernos entender..., pero no basta con eso, al final el/la que pone el verdadero significado al mensaje es la persona que ha "escuchado", ella es la que podrá significar lo entendido desde su vivencia intrapersonal.

Desde la visión de la educación social y familiar, las estrategias que construimos como terapéutas socioeducativos, suelen ser muy repensadas y evaluadas constantemente, para obtener una intencionalidad efectiva, para logra un ansiado éxito (que no siempre llega). Pero pocas veces, le preguntamos a los niños o a los padres, qué han sentido, o mejor, como se han sentido, pocas veces les pedimos que nos expliquen lo que han entendido. Evidentemente, cuando lo hacemos obtenemos una información muy valiosa. Aun más consistente es la sabiduría obtenida de la opiniones voluntarias y expontáneas de los miembros de las familias, cuando te dicen (me has rallado¡; me has hecho pensar¡; o, me ha parecido interesante), toda esa retroalimentación expontánea que te surte las personas con las que trabajas, es tal vez lo más valioso.

Como se ha podido notar ando durante estos días un poco ausente (por no decir AUSENTE). Tal vez se deba a un periodo de reflexión, en el que me ayuda Minuchin, así como esa voz interior que nos habla cuando callamos. La ausencia tiene una explicación sencilla, hemos terminado nuestra labor (esperemos que sea temporal) como Equipo de Tratamiento Familiar. Gracias a la gestión de nuestro Sr. Alcalde hemos tenido que hacer una parada técnica (por impago de la Junta de Andalucía), y no sabemos cuando volveremos a retomar, o si retomaremos todos los que estabamos en el Equipo. No obstante, vuelva o no a trabajar como educador, yo seguiré sintiéndome educador familiar, pues hay mucho que aprender, escuchar y hacer, respecto a muchas facetas de la vida.
Leyendo a Minuchin, estoy analizando las posibilidades del estudio más concienzudo de la Terapia Sistémica Familiar, desde esa visión sistémica que nos proyectan profesionales como Miguel Garrido, Iñigo Ochoa, o el propio Minuchin.

Bueno, creo que os dejo aqui y a la espera o no de nuevas noticias, las cuales no suelen ser buenas (pues ya lo dice el chiste; "Estaba Rubalcaba y entra Elena Valenciano, esta le dice; Alfredo traigo dos noticias. Venga, como siempre una buena y otra mala,jeje, dice Rubalcaba. A lo que Eleca contesta; no Alfredo, una mala y otra de deportes.")
Perdón por la licencia del chistecito, pero me hizo mucha gracia cuando lo oí, y creo que es fiel reflejo de la realidad que estamos viviendo, salvando a los personajes (uno malo y otro de deportes).

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