martes, 10 de enero de 2012

Cómo pasa el tiempo¡

Hace ya, más de un año que comencé esta aventura del blog de Educación Familiar, han sido muchos los aciertos y bastantes los intentos de acierto, pero considero sobre todas las "Entradas" que he publicado un significativo acierto, la perseverancia, esa actitud firme de seguir adelante, pase lo que pase, ocurra lo que ocurra. En este año han pasado cosas muy importantes sobre todas ellas, el nacimiento de mi hija África, ese fueguito que nos da calor a todos (Imaginando y Recordando a Galeano). También han sucedido cosas nefastas (sin ser definitivas) las injusticias del "rencor" y del odio nos han puesto en dificultades personales a mi familia, pero de todo se sale y de muchas zancadillas nos hemos levantado. Yo sobre todo, siempre he pensado que tengo una cualidad, importante para mi, el ánimo de la lucha, la fuerza por seguir peleando por la justicia y por lo que es justo (a veces no es lo mismo). Y esa es una enseñanza que tenemos que transmitirle a nuestros hijos e hijas, que la vida es un camino de lucha, en el que merece la pena avanzar entre las dificultades sin desfallecer y aunque los golpes nos tumben, tendremos el ánimo y la voluntad para ponernos de nuevo en pie y seguir caminando.
Durante estos primeros días del 2012 hemos sabido de muchas noticias sobre la Familia y sobre la Educación Familiar, padres tercos y madres desquiciadas, hijos caprichosos e hijas intolerantes (y viceversa). Pero quizás tenemos que templar los ánimos para convertirnos una vez más en personas tolerantes, pacientes, afectivas, comprensivas, "oyentes", transigentes, cercanas, cumplidoras y sobre todo amantes de nuestra libertad y de nuestras obligaciones. Tenemos que ser siempre ejemplo de nuestros hijos e hijas, tenemos que formar un modelo equilibrado y fácil de seguir, debemos ser firmes y a la vez transigentes con los hijos e hijas, tenemos que ser firmes y a la vez transigentes, con nuestras conductas.
Bueno, mi hija tiene un año y ocho días..., yo tengo cuarenta años y algunas horas, pero de lo que estoy seguro es de que en los años que nos queden por vivir, seguiremos mostrando nuestro deseo por caminar por el camino recto, serio y a la vez amable, justo y prudente, deberemos seguir siendo personas justas, para recibir lo justo y dar algo más.