martes, 20 de diciembre de 2011

Aprender de nuestr@s hij@s

Qué esperamos de nuestr@s hij@s?..., desde un punto de vista materialista, queremos que sean los más inteligentes, que obtengan las mejores notas académicas y deseamos que alcancen pronto la madurez, que logren una interesante titulación universitaria y más tarde tengan un trabajo que les de una seguridad plena, sobre todo en lo económico. Desde un punto de vista espiritual, podríamos esperar que crezcan felices y que respeten las normas y valores sagrados que establece nuestro cristianismo y que al alcanzar su madurez se emparejen con alguien de nuestra misma creencia, color y estatus (y por supuesto sexo), para que contraigan un cristiano matrimonio y tengan hij@s, etc.
Pero, y desde un punto de vista emocional, podríamos pensar, en primer lugar que en las emociones no entrarían nuestros deseos, ya que es un terreno privado de su desarrollo, intimo e intransferible. No obstante, no podremos evitarlo, desearíamos que crezcan sanos de espíritu, que se desarrollen felices y que escojan su camino, y aunque se equivoquen, sean capaces de rectificar de forma equilibrada y seguir caminando.
Tal vez desde una visión emocional, nuestr@s hij@s, irán felices al colegio, para aprobar las asignaturas, pero sobre todo para aprender cosas nuevas de una forma grata, para que jueguen con sus compañer@s, se respeten mutuamnte y sobre todo que sean felices. También podrán  llegar a ser buenos profesionales en lo que elijan o el mercado de trabajo les permita, hayan pasado o no por el “aro” universitario, que cobren más o menos y sobre todo, que estén a gusto con lo que hacen y como lo hacen. Y que vivan junto a las personas que les hagan felices, bien sea después de “dar el sí quiero delante de Dios”, con la persona que tenga el sexo, color, status o religión que sea.